Soy Alma, nacer vidente para muchos puede parecer algo maravilloso, realmente lo es, pero también tiene su parte amarga.
Yo supe que tenia el don de la videncia porque desde pequeña tenia sueños que se cumplían, intuiciones que al final resultaban materializarse, pero por desgracia nunca era por cosas buenas que iban a pasar sino todo lo contrario.
Ya de adolescente me di cuenta de que verdaderamente había nacido con este don, para mi no fue algo fácil de llevar, no es agradable soñar que tu pareja te deja y lo haga, no es agradable saber antes que nadie que tus abuelos se van, no es agradable tener la sensación de estar en alerta porque sabes que algo malo va a suceder pero no identificas exactamente que será. Sensaciones que me ha costado muchísimo entender, aprender a identificar, vivir con ello y gestionarlo de la mejor manera posible.
Me gustaría que realmente me conozcáis de verdad, sepáis quien hay detrás de Alma Echevarría, que no soy más que una persona como tú. Porque ante todo soy eso, persona, con mis sentimientos, mis momentos buenos y no tan buenos, con alegrías pero también con problemas, porque la vida no es fácil para nadie.
Detrás de Alma Echevarría hay una persona que lleva toda la vida dedicada al campo del espiritismo Venezolano, aprendiendo continuamente y luchando cada día por hacer del tuyo un poquito mejor.
Las dificultades no determinan tu destino
Siempre os digo cuando acudís a mí, que los problemas hay que enfrentarlos, de cara y de frente, con miedo y sin el, con ganas y sin ganas, pero hay que enfrentarse a ellos y superarlos porque la vida es un instante, hay que aprovechar cada segundo, porque de verdad todo puede cambiar de la noche a la mañana y no merece la pena pasar la vida sufriendo por nada ni por nadie.
Estamos aquí de paso y nada es permanente, por eso hay que luchar por lo que verdaderamente importa y rendirse nunca debe ser una opción.